Las visitas con una regularidad de 6 meses, o cada año, al dentista aseguran mantener los dientes y las encías sanos. Se trata de realizar una prevención para mantener una salud bucodental óptima.
Los profesionales suelen llevar a cabo con el paciente una consulta que se divide en dos partes. Por un lado, la revisión en la que se constata si existe caries, infección, placas bacterianas, sarro… Y por último, la limpieza en la que los dentistas con instrumentos y materiales específicos ayudarán a eliminar lo que haya podido resurgir de la anterior revisión.
Si tardamos mucho tiempo en acudir a una clínica dental en Sevilla, sufrimos el riesgo de poder incrementar la gravedad y complejidad de cualquier mínimo problema que existiera y por tanto, llegar a padecer un dolor más agudo y con tratamientos y procesos más costosos. Todo esto se hubiera evitado prematuramente con las revisiones periódicas necesarias.